Una espesa niebla cubrió ayer la tarde de Buenos Aires y redujo a menos de un kilómetro la visibilidad en la zona ribereña. Aunque no se registraron accidentes de importancia, el fenómeno meteorológico se acentuó a las 16.30 y generó un tránsito de vehículos y peatones mucho más lento que de costumbre.
Fue en una jornada cargada de humedad y alta temperatura para esta época del año: el termómetro superó los 20 grados. La masa atmosférica se tradujo desde temprano en una garúa persistente. Y la niebla del Riachuelo, postal del tango, se corporizó entre los rascacielos de Catalinas y Puerto Madero por la tarde.
La diferencia meteorológica entre neblina y niebla es de visibilidad: hasta un kilómetro o más se considera neblina, y cuando el fenómeno se espesa adquiere el segundo nombre, que indica mayor alerta y puede suspender vuelos y movimiento portuario.
Para hoy, el Servicio Meteorológico Nacional pronostica más neblinas y bancos de niebla y, por la tarde, posibilidad de lluvias y chaparrones, con una mínima de 14 grados y máxima de 18.
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