San Telmo: ¿adoquines si o adoquines no?

Alrededor del 15 por ciento de las 26 mil cuadras que tiene la Ciudad de Buenos Aires están empedradas.

Sin embargo, la preciosidad del adoquinado es obstaculizada por pozos o por desagradables parches en el asfalto. La calle La Pampa, entre otras, a la altura de la Av. Melián en el barrio de Belgrano R, parece estar bombardeada. Algo similar se ve en las calles Estados Unidos, Carlos Calvo y Humberto Primo, en el barrio de San Telmo, entre algunos ejemplos.

Amparadas por los vecinos, las calles adoquinadas pretenden un desafío para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Resguardarlas cuesta casi el cuádruple que conservar una calle asfaltada. Si se rompen, hay que poner piedra por piedra de forma manual y hay muy poca gente que tiene la capacidad de hacer esa tarea. Para cubrir 1 m2 se necesitan treinta adoquines grandes, que se ponen en línea, o bien cien adoquines chicos, que se colocan en forma de abanico.

Previamente a la colocación de los adoquines se debe hacer una base de hormigón. Sobre ésta se pone una capa de arena y arriba se encastran las piedras. La ventaja que tiene el empedrado es que ayuda el drenaje del agua. Lo malo, es que representa una superficie irregular, y ésta puede perjudicar a los automóviles. Fte: San Telmo guía

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